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viernes, junio 25

Escalofrío

 

Te acercas,siento tu respiración palpitando bajo mí oido sensación de tibia brisa, una con aroma a hombre ese olor tan tuyo que me impregna de ti cuando no estás.

Tus labios se posan en la curvatura tenue de mí cuello con la dulzura de una mariposa al posarse en su flor preferida y màs deseada.

Cada beso es un escalofrío, descubriste mí oasis  lleno de sensaciones dormidas y frías que hoy como una fumarola volcánica evitaste extinguir.

Cada caricia tuya es un cataclismo, una lava emergiendo entre mis piernas a cada beso, a cada susurro mientras sigo mirando por la ventana esperando màs.

Tus manos abrazan mis caderas como antes, y tus brazos siguen fuertes abrigando mí otoño.

Recorres el contorno de mi deseo con rudeza dulce y me volteas suavemente para llevarme  mar adentro de las sábanas huérfanas de ti.

Olvido dónde comienzan y terminan mis latidos y mí respiración, olvido mi cuerpo que ya nosé dónde empieza y dónde termina.

Al únisono el balanceo me hace respirar en tu boca agitada y ésta magia supongo forma parte de el karma sutra que vivimos.

Ese que entrelaza los cuerpos màs allá del tiempo y de la vida. Porque desde la primera vez me perdí en tus piel, me encendí en tu cuerpo.

Mientras no te tuve fui un leño lejos de la hoguera, un madero frío y solo.

Me hacía tanta falta estar viva, no imaginas cuanto aunque fuese en sueños.

miércoles, abril 21

Deliriums otoñales:

Sentada en la banca de cemento, observo los àrboles quejarse de su desnudez a cada caricia del viento tempestuoso, excitados por la novedad de este cambio de estación, y entre hojas y recuerdos amarillos y marchitos, el tiempo transcurre junto a la avenida donde los autos compiten a toda velocidad por volar sin respirar. Y el aire tiene nuevos sabores y aromas a pesar de la mascarilla  y trae recuerdos de otros otoños, de otras bancas lejanas. Donde el transcurso del día hacia la noche no importaba, no tenía restricción ni reloj.Un tiempo estancado para dos, era. En que el oasis se abría de par en par para nosotros y sábanas adentro el hambre de las pieles era satisfecho con esa misma velocidad de un acelerador de besos hasta el fondo del corazón que parecía suspirar.

domingo, abril 11

Falsos amigos:

La sed de verle pudo màs, luego de varias estaciones deshojadas el tiempo y su oleaje terminó llevàndome a su orilla , ésta vez a sabiendas que sería la última vez.

Esa mañana sudaban las manos, y mi piel latía de sólo pensarle a corta distancia. Habían pasado varios meses sin olerle, sin besarle sin tenerle. Sabía que tenía dueña y aún así el encuentro se llevó a cabo con el disfraz de viejos amigos reunidos a conversar un café.

Sin embargo cada gesto mudo delataba el deseo mutuo, apagado entre sonrisas nerviosas y un dejo de nostalgia.

En cada sorbo de café nos recordábamos  bebiendo nuestros cuerpos sin prisa, huyendo furtivamente de la agobiante realidad. 

Y los besos culposos no tardaron en impregnarse de la espuma del capuccino. Y  respirar denuevo su boca era estar de cara al precipicio  de esa hambrienta atracción.

Fue el único encuentro en que no estuvimos desvestidos, en sus ojos se reflejaba la culpa por primera vez y aunque deseándonos hasta los huesos como en tantos amaneceres,  mantuvimos el acuerdo de un frío encuentro de amigos aunque el fuego nos quemara los silencios, y la entrepierna de esos mudos suspiros ansiaran desatarse como un huracàn, en unas sábanas prestadas como tantas veces.

El humo del cigarrillo evaporó el aire que asfixiaba de incomodidad, queriendo demostrarnos estúpidamente que podíamos mordernos las ganas, y a pesar de respetar el acuerdo de " sólo amistad" el sabor amargo aún pesa en nuestras noches noctàmbulas de falsa felicidad.


martes, abril 6

El escritor..

 

Cada palabra suya me llevaba por unos minutos hasta su orilla, hasta la puerta de entrada de alguna habitación oscura en la que entre humo y ansias me parece verle relatando sus delirios erótikos màs intensos, nunca supe cuales eran ciertos y cuales imaginados, pero era imposible no leerle hasta el final, sin saborear cada palabra de su puño y letra.

Leerle era en cierta forma desaparecer la distancia, era oirle sin oirle, observar su rostro de memoria a través de sus versos atrevidos,a veces furiosos por un amor que no fue, por ser una y otra vez un simple acto obsesivo, placer por placer, calmar la inquietud y la horfandad desnuda de aquel niño que juega a ser hombre.

Un hombre objeto, un hombre- niño preso de su carne, sediento una y otra vez de néctares guardados en el paladar de su pasión.

Leo cada letra como una partitura,y me  sumerjo de madrugada y comprendo todo.

Para esa hora de seguro el duerme en su habitación desnudo con la pluma entre sus dedos acunado por los demonios del deseo que lo vieron nacer entre esas mismas sábanas de su perdida inocencia.



sábado, marzo 27

Inolvidable

El era de esos que recuerda a sus mujeres por su sabor, por su aroma, por cada pliegue oculto en su deseo desatado entre sus labios, con su lengua inquieta hambrienta siempre por saborear cada rincón.

El sabía ahondar en lo que parecia màs de lo mismo y sin embargo su ser dedicado como el màs fiel de los amantes embriagaba con su entrega como si fuera la única en las sábanas del tiempo, de ese deseo en que se restregaban cada cierto tiempo ambos cuerpos sin promesas ni porqués.

Ella gozaba de su mirada por instantes perdida y extasiada mientras lo bebia en un serpenteante gozo  de verle despojado de innecesarias palabras que habrían estado de màs.

Era un diálogo mudo, mojado, desesperado por turnarse para poseer y acariciar la piel  vibrante por liberar su magma mutuo y delirante al unísono.

jueves, febrero 11

CORAZÓN QUE NO SIENTE?

OJOS QUE NO VEN CORAZÓN QUE NO SIENTE, pero cómo no me voy a conmover con un hombre sensible y sin dueña, de una dulzura sin igual y de una cosmovisión a prueba de esclavitudes?, tal vez por eso está preso de su soledad nocturna esa que se presenta cuando no la elegimos, cuando pesa sobre nuestros acasos, en medio de noches otoñales en que las hojas secas y marchitas dejan ver algunas palabras borrosas y sin sentido dejando nuestra respiración zigzageante como única compañía. Es mi amante ciber, ese que por alguna razón, no pide nada y desviste su alma, seduciéndome a cada palabra, a cada letra de adoración porque para el soy su Diosa, su Ama. Qué importa cómo es su voz, que importa como es su rostro, simplemente es un hombre y en cierta forma mi AMANTE idealizado  y a veces mi confesor. Un poco de magia para este juego de realidad paralela del ciberespacio. Y gozo de la idolatría sin culpas ni porqués y lo hago parte de mi Harem imaginario a un trinar de dedos y de celular de hacerlo real. Besos erótikos.

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