Aunque
digamos que somos homo sapiens la verdad es que somos animales con ropa, y nos
comportamos "civilizadamente" para funcionar como seres racionales.
Y poca gente habla de sexo
como si los instintos no marcaran nuestros días, como si los matrimonios no
fueran entre amantes formalizados, como si los hijos nacieran del tiempo
y no del sexo, como si hacer el amor fuera una palabra prohibida como si nos
quitara seriedad ser eróticos.
La lujuria es el motor de la vida y el
amor mas o menos duradero puede hacer de nuestra vida mucho más
grata y llevadera, salir de la rutina romántica, libidinosa o
simplemente caer en el sexo casual puede ser tremendamente adrenalínico, caer
en los brazos equivocados o correctos siempre es una aventura para
no arrepentirse, el que no arriesga no gana, y el tiempo
suele aclarar las cosas la mayoría de las veces y no es malo disfrutar al
equivocado esperando al indicado, ser adicta al amor no tiene porqué ser un
impulso frustrado y contenido, sobre todo cuando las hormonas piden piel, y
nosotras también podemos pensar como hombres, también.
Equipados de la misma manera sin
embargo la forma de ser y hacer hace las diferencias que nos mantienen a su
lado o nos hacen escapar luego de enfriar las sábanas.
Sin duda la fauna masculina es muy
diversa, he asignado a varios tipos de hombre un animal, hay algunos que
identifico con el perro, el gato, el burro y el pavo real.
Los del tipo PERRO son fieles y
serviciales, son capaces de hacer toda clase de labores domésticas sin chistar,
mueven la cola con alegría para hacer lo que se les mande, todo por una amante
feliz.
Los del tipo GATO son pegajosos, quieren estar todo el tiempo pegados a
una abrazando y ronroneando sin parar, siempre están dispuestos a un cariñito y
si es en la cama mejor. En verano son bastante molestos.
Los del tipo BURRO son porfiados, no entienden un no como respuesta, se
humillan en demasía enviando flores una y otra vez luego de ser despreciados,
les gusta dar lástima y recurren al chantage sicológico. Pueden tardar meses en
notar que sus esfuerzos son en vano, no tienen autoestima.
Los del tipo HURÓN son flojos para tener sexo usan el mínimo
esfuerzo para no desgastarse, creen que el descanzo es su razón de ser, son
callados y les gusta más conversar que la acción, el “ayúdalo
tú” es su frase típica, necesitan ayuda para hacer funcionar su
humanidad.
Los del tipo GUSANO son pacientes en extremo, pueden tardar meses o años
en llevarnos a la cama ya que mostrarse sumisos es su razón de ser, el
“será cuando tú quieras” es su frase típica y mantenerlos en la espera
entre provocación y provocación es muy gratificante para las que nos gusta
volverlos locos y no dejarnos tocar.
Los del tipo PAVO REAL son aquellos que
se creen más atractivos que el resto, no lo digo sólo físicamente, sino
intelectual y eróticamente creen que nos conocen al revés y
al derecho poseen el don de la palabra, gozan vanagloriándose a sí
mismos y es muy entretenido jugar a que les creemos.
Sin duda encontrarse uno de estos es un
verdadero desafío, ya que nunca hay que hacerles notar la diferencia con los
otros de su especie, o de lo contrario estará perdida aquella que esté en plan
de conquista.
Y los del tipo SAPO que son aquellos que parecen perfectos, atractivos y encantadores - verdaderos príncipes- y una vez con ellos luego de unos cuantos besos y revolcones varios con el pasar del tiempo se convierten súbitamente en este animal sin gracia dejándonos con el vestido de novia en la cartera y odiando los cuentos con final feliz de Disney ...