Paso a paso
desvanecen sus vestigios
huellas desaladas
besos sin colores rojos
roces ácidos y mustios
en el abrazo del tiempo y el espacio
en medio de la noche que hoy congela
hasta los recuerdos más inertes
Y su boca de espejismo
emerge bajo el colchón del viento
que sopla mis huesos huérfanos
mientras la espina del limonero
me despierta los sentidos
me inunda de su aroma
así como con sus ojos
me anestesiaron tantas veces
Paso a paso
desvanece la textura de su piel
en el engranaje estancado
en lo más alto del oleaje
en la marea sin espuma de la distancia
en el deseo que se apaga letra a letra
en un tiempo que no es tiempo
zigzagueante monotonía
en este claustro que somete
y que desata
ésta oscuridad inconmesurable
ésta arena movediza de añoranzas.
