El amor es una eterna primavera que florece con su calidez y dulzura a pesar de la
tormenta y la escarcha, el tiempo se detiene en un roce cómplice y hambriento
que deshoja palabras impensadas fuera de
ese estado de pasión intensa y exquisita
adicción al placer más aún correspondido.
Sin embargo este invierno se me está haciendo mas
frio que los otros, y hablo de grados bajo 0 y adicta a la manta eléctrica, esperar
a un amor que me merezca y esperar al indicado está llevando demasiado tiempo,
sin embargo lo prefiero a darme a los brazos de cualquier patán que me quiera y
yo quiera también para pasar el rato, para una noche, y más encima gratis.
Ya pasé la
etapa de la atracción fatal, ahora busco
más que eso, un amante que sea un compañero, que halla un sentimiento, que no sea sólo sexo y
huir a toda velocidad antes de estorbarse mutuamente.
Creo que toda mujer
debe pasar por muchos “amores”
para saber qué busca en un hombre, si
quisiera tendría uno distinto cada semana,
hombres dispuestos sobran hasta en las peores circunstancias, más aún
cuando una no es fea y tiene un cuerpo
deseable.
Aunque con el tiempo he aprendido que la animalidad puede ser más fuerte que la
estética y una preocupándose tanto de
los kilos de más, de la arruga, de la
mancha, de estar bañada y producida y perfumada para la ocasión, como si
los hombres fueran dioses que complacer,
cuando a la hora de sexear nada importa
asi como a nosotras tampoco, que sean más o menos peludos, más o menos
guapos, jóven o viejo, al final nos
fijamos en la esencia que sea alguien que nos hace sentir cosas como si estuviésemos a oscuras y sólo los sentidos decidieran quien nos atrae
y quien no.
Suena complicado, pero con tanta racionalización dejamos de guiarnos
por el instinto y por nuestro corazón, dejamos de oír nuestra intuición, leer miradas, identificar roces, y en eso
estoy volviendo a guiarme hasta por mi olfato.
Hay hombres que de sólo olerlos hacen volar la
imaginación y otros nos hacen desaparecer, hay unos con la mirada más profunda
que el deseo, más intensa que una caricia que habla más que mil palabras aunque
suene cliché.
Otras piensan en disfrutar al equivocado mientras
llega el indicado, pero hasta eso cansa
intercambiar fluidos, energía y superficialidad se torna vacío y pierde
la gracia, creo que son tiempos en que
si es beneficioso no lo niego, pero
me aburrí y en Internet sólo hay desesperados es en la vida real donde
hay que buscar, o mejor ver, porque
siempre hay hombres cerca en todos lados y
sin querer los ignoramos por estar de cabeza en el celular cuando la
vida esta fuera de la pantallita touch.
Espero tener también un poco de suerte en este
camino nuevo que he emprendido, no
dejarme llevar por el sexo express es difícil, pero no imposible cuando decides
qué buscas para tu vida.
La felicidad son momentos pero para que sean más
permanentes debe ser con algún espécimen que sea bien dotado y con
cerebro, los analfabestias ya salieron
de mi repertorio, ya no quiero sólo máquinas de
hacer el “amor”.Será que estoy más vieja, menos arriesgada o más consciente de los riesgos? , tal vez, ni yo
misma sé. Sólo sé que de tanto degustar por la vida ya sé lo que busco y hasta
que no lo encuentro este cuerpecito esta con la sábana cerrada, y el corazón con llave. Sentirse utilizada y
utilizar es etapa superada, no digo que
no haya sido placentero, pero se siente
la copa vacía después, y el cuestionamiento, y los porqués y para qué hacen
eco y no vale la pena. Mejor el sexo
con amor, con pasión y entrega total y cotidiana, aunque tarde sé que llegará o lo encontraré sin pensarlo en las calles de la vida, nadie sabe, pero ya
la brújula de mi entrepierna se detuvo
y sobrevive gracias a todo tipo de novelas románticas y consejos sentimentaloides de Coelho y canciones de Arjona. Seré muy idealista?
…siiiii.