SIN RECETA ALGUNA:

Es extraño cómo una aprende a amar de la misma manera cada noche, sólo con pequeñas variaciones se llega a conocer en la cama todo lo que vendrá a cada minuto.

Y el sexo se hace de pronto predecible como una receta de cocina, y luego de varios años de jugar a ser amantes, un jugador desaparece y hay que aprender a tener sexo denuevo con otro cuerpo, otro hombre-objeto de deseo, descubriéndole las partes sensibles , las partes placenteras, donde poner las caricias, es como volver a ser virgen, es como conocer denuevo el cuerpo masculino, buscando encontrando donde tocar, donde acariciar, donde lamer, donde sentir placer mutuo, pero ésta vez sin violencia, sin la fuerza, sin la pantalla indicando el camino....sólo con la luz del deseo y la lujuria, sin receta alguna.