miércoles, diciembre 30

Hipoxia y sado...

Esposado a la oscuridad:
Alli estaba Agustìn amordazado y esposado de pies y manos a las barras de la cama, los tobillos inmòviles esperando las palabras de su AMA, esa serìa su tortura, no poder emitir sonido ante su relato, no poder tocarla, no poder interrumpir . No poder quejarse. Ella le hablò sobre Cristian, aquel candidato a esclavo que le habìa llamado en la tarde, le habìa encantado su voz, de una suavidad lujuriosa, de un tono hambriento y especialmente seductor. Le dijo a Agustìn que el primer encuentro con èl serìa a solas, querìa someterlo como lo hacìa con èl quizàs no con tanta rudeza, le darìa unos latigazos en el pecho y las mejillas estando sobre èl, tambièn le vendarìa los ojos con una pañoleta suave para recorrerle con la boca casi sin tocarle, descubrirìa aquellos lugares màs sensibles para tomarlos con brusquedad y hacer de aquel hombre su objeto. Mientras tanteaba la "verga" de su fiel Agustìn que se erectaba a cada palabra. Para el segundo enkuentro le dijo que lo dejarìa oìr la sesiòn de placer y dolor con el nuevo esclavo, el estarìa sentado en una silla frente a la cama, con sus manos atràs esposadas al respaldo de la silla, los tobillos tambien estarìan fuertemente atados, no podrìa unirse aunque quisiera, sabrìa a su AMA gozando con otro con todo detalle. Agustìn comenzaba a revolcarse serperteante hacièndose a la idea, ella comenzò a describirle un tercer encuentro en el que le permitirìa ver todo, eso si inmovilizado, amordazado con los ojos bien abiertos. El placer de ella sientiendo su excitaciòn la hizo lamerle el rostro y bajar por su pecho mordisqueando sus pequeños pezones le susurro al oìdo: "a ver si aprendes algo nuevo y sirves para algo", ella siguiò bajando, el cuerpo de Agustìn comenzaba a entumecerce, las lamidas en su sexo lo tenìan a punto de estallar. Ella cogió el miembro de agustin con su mano y comenzò a pasarlo por brusquedad sobre su vagina de arriba abajo, el trataba de metèrselo pero el juego era demasiado intenso, no dejarlo acabar dentro de ella y llenarlo de ansiedad era el objetivo, gozaba atormentàndole como en las películas . Luego ella se sentò sobre el rostro de Agustìn que estaba firmemente ubicado con su collar y su cadena enrrollado en la mano de ella provocándole una suave hipoxia podìa oir como èl trataba de respirar por entre sus nalgas, era un respiro ondo entrecortado, ella sonrìo burlàndose de èl, luego bajo para montarse sobre su miembro que ya estaba rigido y ansioso la falta de aire le provocaba una erección muy duradera que hasta parecia hacer engrosar su miembro entre sonidos de sofoco asi que le prohibiò moverse, le sacò la mordaza de la boca y liberó sus manos para que la manoseara con toda la calentura acumulada, pero él no dejó que ella quitara las manos de su garganta incluso presionaba más ... ella tuvo dos orgasmos intensos, luego Agustìn encendió la televisión con el control remoto y le hizo sexo oral mientras se erectaba de nuevo, ella mientras tanto amasaba el miembro de Agustin con los dedos de su pie, con un ojo en la pantalla fue una noche intensa mientras las películas pornos daban más ideas de placer.

3 comentarios:

- CONTRABAJISTA, AÚN - dijo...

novedades c/el concurso?????

El hombre de arena dijo...

Señora:
Estas no son cosas que puedan leerse a las ocho de la mañana sin preguntarse lo que no se hizo y pudo hacerse al cabo de una larga noche. El suyo, anunciado en la carta de Carlos Marx a su esposa Jenny, es un regalo inesperado, al que me gustaría responder con una copa de vino que aquí le envío, de mucho gradaje, con la esperanza de que beba mucho y, sobre todo, se lo beba bien...
Un beso
Carlos

Ayanay dijo...

Hola!!

Muchas gracias por tus saludos para este nuevo año en mi blog, aprovecho de desearre lo mismo, muchas bendiciones.

Un beso

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