Leí que luego de un maremoto o terremoto aumenta la natalidad, eso lo reflejan las estadísticas, al parecer luego de una catástrofe nos damos algunos permisos, como forma de agradecer a la vida haber sobrevivido. Eso si, luego de que pase el estres y las malditas réplicas, que no paran de sacudirnos bruscamente. Porque 8.8 grados en la escala de righter ponen inapetente sexual a cualquiera, y los temblores posteriores no acaban nunca...¿será que en 9 meses más se verán los resultados de este natural aumento de la población?, es increíble el poder de la naturaleza es capaz de doblegar el instinto de no reproducirse en la sociedad moderna, donde creemos tener el control, bastó una sacudida para valorar la electricidad, la dependencia enfermiza de internet, regresando a usar velas y la vieja agenda con los números telefónicos anotados con lápiz pasta y mala letra, ni recuerdo cuantas veces me quemé los dedos con las velas, una amiga me recomendó la pasta dental para evitar ampollas y resultó muy bien ese remedio casero, hasta mi pelo quedó chamuscado mientras me quitaba los lentes de contacto y si no fuera por mi vieja radio casette a pilas, habría pasado varias noches en el más absoluto silencio, meses por no decir años que no me dormía con la música de la radio en la absoluta oscuridad y fue una gran compañía al estar sin televisión ni internet, es bueno volver alas raíces aunque sea sin quererlo, somos tan frágiles ante la tierra y sus convulsiones furiosas, pero siempre queda tiempo para encontrarnos y enmendar los caminos.