HOMBRE-OBJETO

Siempre nos dicen que somos las mujeres las símbolos sexuales, vemos pocas propagandas con hombres desnudos y en los programas de televisión abundan las modelos en vez de los modelos, la única que ha innovado a sido la Vivi sin embargo sutilmente se le menciona como fresca por ello, rodeada de un par de bombones en forma permanente.

Como si recrear la vista fuera malo, como si la lujuria fuese algo peligroso, como si el deseo fuese algo masculino. Sin embargo ellos son seductores, deseables y calman el fuego al igual que nosotras.

Me encanta ver a mi Hombre con ropa de cuero, su pantalón negro que en vez de cierre tiene tres botones metálicos que acentúan sus atributos, no hay mujer que no le mire ahí dos veces, yo me hago la que no veo, pensando secretamente que todo eso es mío...

Todos los hombres tienen algo, alguna belleza que descubrirles, algunos no son tan atractivos físicamente pero una voz especial, una personalidad atractiva saben hacer la diferencia. Otros son atractivos, pero con una voz terrible, una personalidad llena de manías y prejuicios. No hay como una personalidad libre de un hombre seguro de sí mismo que domina perfectamente sus cualidades para conquistar.

Recuerdo un artista plástico con el que anduve algunos meses, fue en el lanzamiento de un libro de una amiga en que nos conocimos era de mi estatura, acaso un poco más bajo, una voz seductora una mirada intensa, hambrienta , que me hizo sentir desvestida inmediatamente por su calor.

El siempre vestía de negro, siempre olía a trementina, fueron muchos los revolcones en aquel taller de pintura, también en su casa, en la alfombra, en el dormitorio, en la terraza, muchos momentos imborrables que despertaron mis deseos como nunca antes, también fue mucha la ropa interior que perdí, sostenes de encaje rasgados por el deseo de sacarlos pronto. Perdí la verguenza a que me vieran de Eva, a que el silencio invadiera mis espacios y mi piel...
Fue un amante considerado y apasionado, como deben ser.